El marketing es un departamento esencial para cualquier empresa, sea grande o pequeña. De nada sirve hacer el mejor producto si nadie lo sabe, y por eso la comunicación y la publicidad pueden marcar la diferencia para lograr el éxito empresarial, no solo visibilizando la marca y su oferta, sino también interactuando con el público objetivo para responder a sus necesidades.
En CEDEC sabemos que para que el departamento de marketing funcione es muy importante contar con un responsable con los conocimientos y habilidades adecuados, pero también motivado. Y en esto último están fallando muchas empresas que no logran retener a sus mejores trabajadores, sino que apuestan por una continua rotación en busca del “fichaje estrella”. Por eso compartimos este artículo de PuroMarketing donde se analiza el origen y las consecuencias de esta situación.
Hay que tener en cuenta que el marketing es una de las profesionales donde actualmente hay una rotación de personal más rápida y elevada. Esto se debe a varios factores, entre ellos, las limitadas posibilidades de promoción dentro de una organización en este campo. Se da así una paradoja: mientras la compañía busca fuera su director de marketing, algún empleado del departamento puede estar saltando a otra empresa precisamente para ir subiendo puestos directivos, algo prácticamente imposible en la propia.
Además, al tratarse de un área que ha experimentado una gran evolución en los últimos años, se tiende a buscar a un profesional que ya venga con todo aprendido, mientras que se abandona la formación interna, a pesar de que permitiría mayores posibilidades de una forma más inmediata.
Es decir, los trabajadores se encuentran con pocas posibilidades de crecimiento, algo que lastra su productividad, y los empuja a irse a otra empresa para evolucionar, perjudicando por partida doble a la compañía de origen. A esto hay que sumar que los directivos de marketing también duran poco en su puesto, a diferencia de lo que ocurre con otros cargos. Parece que aún es difícil comprender a qué se dedica exactamente el CMO, y cómo medir sus resultados, y en muchos casos se opta por cambiar rápidamente de responsable, pensando quizá que una nueva persona pueda traer el milagro que se estaba esperando.
Lo cierto es que a las pymes y empresas les compensaría apostar por una línea más continuista. Es decir, dar tiempo al directivo de marketing para ver si su estrategia funciona, e incluso si este se marcha a otra empresa, seguir una línea semejante para ver exactamente cuáles son los frutos. Porque el problema no es solo que se cambie de directivo con gran celeridad, sino que cada persona que entra decide probar un nuevo estilo, por lo que las acciones de marketing de la empresa pueden generar cierta sensación de caos y falta de cohesión, que hace aún más difícil evaluar su desempeño.
Hay que tener en cuenta que no siempre es necesario buscar un “fichaje estrella”, sino que puede ser más interesante confiar en los trabajadores de la organización y buscar al directivo dentro de ella, con la ventaja de que toda la plantilla verá que es posible progresar en la empresa (lo que mejorará su rendimiento) y de que el directivo conocerá a la perfección la filosofía de la empresa, por lo que será más sencillo que adecúe la estrategia de marketing a ella.
En CEDEC, Centro Europeo de Evolución Económica, creemos que es importante que las pymes busquen y atraigan a los mejores trabajadores, pues contar con un equipo de marketing capacitado es una de las claves del éxito y de la excelencia empresarial. Pero no hay que perder de vista que una vez que se logra adquirir el talento, también hay que retenerlo, dando un margen temporal de confianza y esperando a ver cuáles son los resultados de cada propuesta para lograr mejorar desde dentro y de forma sostenible, en vez de ir saltando de solución cortoplacista en solución cortoplacista.
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